aburrimiento

Ahora mismo estoy delante de un ordenador del laboratorio de traducción en mi función de becaria. Y no es que esté escribiendo a escondidas mientras se amontona el trabajo, es que no tengo, de momento, nada que hacer y, así, llevo una semana.

La semana pasada la dedique a limpiar mis cuentas de correo, que no son pocas. Y, en estos momentos, ya no sé que hacer. Me he traído un libro, porque ya me daba a mí que iba a tener tiempo libre, pero no e imaginaba que me iba a aburrir tanto delante de un ordenador. Lo que son las cosas.