miércoles, 15 de noviembre de 2006

Hoy tengo uno de esos días en los que te preguntas por qué coño me he tenido que levantar hoy. Aunque no haya llegado aún al trabajo (menos mal), parece que ya me huelo las putadetas que van a poner hoy. Qué pocas ganas cuando no hay ni ilusión, ni ves que te reconocen el trabajo, como si fueras un cero a la izquierda o peor, simplemente recibes órdenes y los demás son quienes se llevan el mérito.

¡Qué ganas tengo de encontrar otro curro y darles con la puerta en las narices!

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