Centímetros y más centímetros

uuuuuuf cada día estoy más gorda, quina putà!!!! que se le va a hacer si uno de los grandes placeres de mi vida es comer, ya que me toca pasar sin otros...

Pos nà, que habrá que aguantarse y quien no quiera, que no mire. Yo me veo bastante bien, bueno, como me dijo el otro día mi tía "ays, esos michelines", y que pasa si los tengo, tampoco hago mucho por evitarlo (¡viva el sedentarismo!). El otro día me mira en el espejo, más bien me observaba en él, hacía mucho mucho tiempo que no lo hacía así y me acordé que hacía ya casi una década. ¡Cómo pasa el tiempo! En aquel entonces estaba tan delgada que iba perdiendo los pantalones de Zara talla 40 (jejej que ya es mucho decir) hasta que dejé de pónermelos porque iba enseñándolo todo.

Me sorprendí recordando que, a pesar de eso, yo me veía feísima y gordísima, no había manera; y no es que estuviera vomitando todo el día, simplemente se juntaron las pocas ganas de comer con algunos atracones, algunos problemas y los entrenamientos intensivos con el baloncesto. Una bomba explosiva, sobre todo para una persona tan empática como yo. Y mira cómo son las cosas, que diez años más tarde me veo maravillosa, con mis michelines de más, mis quilitos y con mi sonrisa en la boca porque estoy encantada de ser cómo soy, de haber superado tantas cosas y de seguir viva disfrutando de la vida, con sus momentos malos, peores, pésimos y demás, pero saboreando cada día las pequeñas alegrías.