jueves, 13 de julio de 2006

búsqueda

Nadaba entre las cristalinas y calmadas aguas, la luna brillaba en todo su esplendor y me guiaba en mi búsqueda. De repente, una música, traída por el suave viento, empezó a inundar el ambiente y llegó a través de la cristalinas aguas hasta mí.

Nadé hasta la superficie para oír mejor como las notas se entremezclaban con el sonido de los árboles mecidos por el viento. Observé dónde me encontraba: el estanque en calma bañado por la luna argéntea, los nenúfares deslizándose a mi alrededor, los árboles danzando al son de una música desconocida.

Una sonrisa inundó mi rostro al ser testigo de tanta paz y belleza al tiempo que tornaba a sumergirme en las oscuras aguas de mi alma.


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